El domingo por la tarde es el momento perfecto para hacer una pequeña merienda con mi hija de 4 años, a ella le encanta tamizar la harina, bueno, básicamente es de las pocas cosas que le dejo hacer, ya que todavía es pequeña y puede hacerse daño. Pero le encanta mirar cómo se hace un pastel, bizcocho, lo que sea, busca su taburete y se sube con una rapidez que sólo un peque de su edad puede tener.
Además.... se pone su delantal de "hacer pasteles", las dos tenemos el mismo, ella en tamaño mini y yo pues....en mi tamaño jeje (prometo fotos). Los delantales los trajeron los Reyes Magos, y así tenemos, entre muchas otras cosas, un punto en común en la cocina...y le hace mucha gracia que vayamos iguales!
Bueno, no me lío más que sino no paro..... De esta receta que os escribo ahora... no quedan ni las migas! es lunes por la noche y se terminó el bizcocho.... entre mi marido, la peque, mis padres y...yo, ya no queda nada.. pero este es el objetivo! Esta receta es de un blog llamado Coses de llàbiro. Os animo que lo hagáis, es muy fácil, como la mayoría de recetas que os escribo.
Ingredientes:
- 1 yogurt natural
- 40ml de aceite de girasol
- 85ml de leche entera
- 190gr de azúcar normal
- 10gr de levadura
- 200 gr de harina todo uso
- 2 huevos medianos
- Sal
A por ello!
Precalentamos el horno a 180 grados. En un bol mezclamos todos los ingredientes secos, menos el azúcar. Reservamos.
Batimos los huevos con el aceite de oliva, una vez bien mezclado incorporamos el azúcar y después la leche. Seguimos emulsionando. Por último incorporamos el yogurt.
Incorporamos la harina tamizada a la mezcla anterior. Removemos bien.
Preparamos (en mi caso) un molde rectangular y lo untamos con spray de mantequilla. Horneamos unos 40 minutos o hasta ver un color dorado en la parte de arriba del bizcocho.
Dejamos enfriar, desmoldamos y a comer!!!
Fuente: este post proviene de De azúcar & Canela, donde puedes consultar el contenido original.
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