Cuando un elemento decorativo está hecho con tus propias manos, cobra un valor especial. Y si además está hecho en compañía de tu hijo, hermana o pareja… ¡ni te cuento! La siguiente manualidad que os proponemos es una de ellas. De esas sencillas, que no se tardan nada en hacer y que, sin embargo, quedan súper originales en las paredes de un hogar. Te contamos cómo hacer estos cuadros de hilo paso a paso y dónde puedes colocarlos. ¿Te animas a ‘tejer’ tu propio cuadro?
Cómo hacer cuadros de hilo tensado
Primero tienes que sacar tu lado más creativo y decidir qué vas a dibujar. Para empezar (si eres novato en esto) puedes realizar diseños tan sencillos como un círculo o un triángulo. Según cojas experiencia puedes probar con siluetas de animales, letras, mapas…
Paso 2: utiliza el dibujo como patrón y clava los clavos
Recorta la figura y colócala sobre el soporte que quieras que sea tu cuadro (una madera, un corcho, un lienzo…). Con ayuda de un martillo, clava los clavos alrededor de la figura, como si la siluetearas. ¡Importante! Recuerda que tienes que dejar el mismo espacio entre todos los clavos para que quede un diseño uniforme y bonito. Utiliza clavos de punta plana para que el hilo no se salga y se sujete mejor.
¿Quieres utilizar varios colores? solo tendrás que repetir el proceso de anudar el principio de la bobina a un clavo, tantas veces como cambies de color.
Paso 3: tensa los hilos pasándolos por los clavos
Escoge el color con el que vas a empezar tu obra. Engánchalo en un clavo con un nudo (no importa por dónde empieces) y sigue clavo a clavo por todo el contorno repitiendo el proceso. Después, una vez contorneado, lleva el hilo de lado a lado para empezar a ‘rellenar’ el dibujo.
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