Ya que estamos en temporada veraniega una de las cosas que más se degustan en esta época son los helados, uno de los dulces infantiles por excelencia por después de las chuches. Detrás de un helado estoy segura de que vas a ver una cara sonriente, desde los más grandes de la casa hasta los más pequeños.
En TCV tenemos ya unas cuantas recetas de helado, hasta ahora mi favorito ha sido el de nata (crema de leche), ya ves que no tiene mucho misterio, pero soy súper fan de este producto. El favorito de Naia fueron los polos de yogur y mora, como buena fanática del yogur que es y le tocaba ya el turno a Mr TCV con un helado de limón.
A mí a veces me recuerda a un niño grande, siempre rodeado de bolsas de golosinas y delante de la heladería pidiendo siempre, siempre, el clásico helado de limón, así que cada vez que hago helado siempre pregunta lo mismo, ¿por qué no haces de limón?
Me he decantado por una receta completamente diferente a las que suelo hacer otras veces. Esta vez vamos a hacer helado con una base de huevo, gracias a una crema inglesa. La crema inglesa es, digamos una versión de nuestra habitual crema pastelera, sólo que más ligera, como natillas.
Este tipo de crema nos da como resultado un helado mucho más cremosoque todavía podemos hacer más mantecoso añadiendo nata montada (crema de leche) al final, por ejemplo mitad de nata (crema de leche), mitad de leche.
INGREDIENTES:
500ml de leche
4 yemas de huevo
90 gr de azúcar
3 cucharadas de azúcar invertido
La cáscara de un limón
Lo primero que haremos será infusionar la leche con la cáscara -si en vez del limón usas vainilla, obtendrás el típico helado de vainilla-. Esto consiste en poner a hervir la leche con el limón y una vez ha hervido mantenemos a fuego mínimo durante unos 15 minutos.
Por otro lado, vamos a batir las yemas con el azúcar hasta que el conjunto blanquee y doble su volumen. Después añadimos la leche infusionada a esta mezcla y batimos bien. Un truco para espesar es incorporar también unas cucharadas de maicena disueltas en unas gotas de leche fría. De esta forma la crema engordará con más facilidad.
Ponemos de nuevo al fuego sin parar de remover y sin que llegue a hervir, muy importante. La crema irá espesando poco a poco. En este punto ten cuidado, ya que si hierve, la crema se va a cortar y no te habrá servirá de nada. Por eso es interesante la maicena, aunque no es lo más adecuado para hacer esta crema, ayuda al conjunto a engrosar antes sin que se llegue a cortar.
Una vez terminada la crema dejamos enfriar y metemos unas horas a la nevera. Por último sólo nos queda seguir el paso de la heladera, según nos indique las instrucciones del fabricante. Yo uso la del Lild. Con esta, no sale el helado terminado de hacer, siempre necesita un poco de congelador para acabar el proceso.
* PARA CELIACOS:
Los helados caseros no contienen gluten, por lo que hacerlo en casa es la mejor opción. Si es tu caso evita la maicena
FOTOGRAFIA TCV
Fuente: este post proviene de Tu Cajón Vintage, donde puedes consultar el contenido original.
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