¿A quién no le gustan los hojaldres de merengue? Dejando aparte a los alérgicos e intolerantes al huevo y a los que encadenamos una dieta con otra, son una tentación irresistible.
Ya sabes que hay varios tipos de merengue: el italiano que se elabora con almíbar y dura varios días sin bajarse, luego tenemos el merengue suizo que se elabora al baño maría, y por último el merengue francés, el más básico, que se hace batiendo sencillamente las claras de huevo con azúcar.
Como te imaginas el de hoy es el francés, porque es el más sencillo y no nos va a complicar la vida para nada. La pega que tiene es que va bajando según pasan las horas, pero en cualquier casa con visitas a la nevera cada dos por tres, te aseguro que no da tiempo a que baje demasiado.
Ingredientes:
- 1 lámina de hojaldre rectangular
- 4 claras de huevo
- 150 gr. de azúcar
- 50 gr. de azúcar glas
- azúcar glas para espolvorear
- 1 yema de huevo
Elaboración:
1. Pon una hoja de papel vegetal en la bandeja del horno. Corta la lámina de hojaldre en cuadrados, pínchalos con un tenedor y píntalos con huevo batido. Yo los pinté con parte de las yemas que sobraron del merengue para aprovechar, y por eso salen un poco más oscuros.
2. Calienta el horno a 200ºC y cuando esté caliente mete los hojaldres hasta que suban y estén dorados. En mi horno basta con 12 minutos pero cada horno es un mundo. Sácalos y déjalos enfriar para poder abrirlos más tarde.
3. Si tienes varillas eléctricas es mucho más rápido batir las claras pero se puede hacer a mano con paciencia. Empieza a batir a velocidad alta hasta que empiecen a sacar espuma, y entonces poco a poco y sin dejar de batir, añade el azúcar, primero la normal y al final el azúcar glas hasta incorporarla toda. Sabrás que está hecho cuando salgan los típicos picos y tenga un brillo que te den ganas de atacar el bol...
4. Abre los hojaldres por la mitad, y rellénalos con el merengue.
Tapa con la otra mitad y espolvorea la superficie con azúcar glas.
Con esta receta me despido hasta el año que viene.
Con todo mi cariño os deseo la mejor Navidad y que el 2016, aunque traerá de todo porque así es la vida, no se olvide de traernos también buenas sorpresas, felicidad a raudales, prosperidad que buena falta nos hace y sobre todo salud porque sin ella no apreciaremos lo demás.
¡¡FELIZ NAVIDAD
Y
PRÓSPERO AÑO NUEVO!!
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